Tuesday, November 2, 2010

Noruega y Suecia!

Hola a tod@s!

Hoy os contaré las peripecias del Fin de Año 2009/2010, que pasamos principalmente en Noruega, y con alguna muy bonita pincelada de Suecia! Espero que os guste!

Nuestro amigo Peri llevaba un añito por Trondheim, y siempre nos intentaba convencer para ir a hacerle una visita.
No había que pensar mucho: Fiestas de Navidad y Fin de Año, los esquís, tablas, raquetas y ropa de la buena, que nos han dicho que allí hace frío. Y hacia Noruega!

Desde el primer momento a Arnau y a mi la ciudad nos enamoró, y sobre todo sus salidas nocturnas -Si conocéis a alguien por esos lares, preguntadle por el Circus, y me entederéis-. Pasamos un par de días por Trondheim a la espera del tan esperado Fin de Año, donde teníamos una auto-sorpresa de celebración.



Lo de pasar un par de días es relativo. Por esa época el Sol sale a las 10.00h i se pone sobre las 13.00-14.00h. Y eso es un decir, porqué durante esas aproximadamente 4 horas, la luz es tan tenue que parece que nunca acaba de salir el Sol y ya se está poniendo. Así que muy importante no dejarse el frontal. Y todo esto a la agradable temperatura media de unos -9ºC en la ciudad, y con una bonita capa de nieve que lo cubría todo.

Después de un par de días de aclimatación, y en vista de la NocheVieja más espectacular que jamás haya vivido, tomamos rumbo dirección Røros, donde empezaría nuestra peculiar Ruta de las Tierras del Norte.

Røros tiene el orgullo de gozar con la marca de mercurio más baja de Noruega, a -50,4ºC. Nosotros tuvimos algo más de suerte, y 'sólo' estábamos a -29ºC. una experiencia algo más que religiosa.



Desde Røros, donde la gente va a comprar el pan en trineo, y donde estar más de 5 minutos en la calle es un desprecio a tu vida, fuímos dirección Øvensenget, una cabaña perdida en algún lugar de Noruega de cuyo nombre es imposible acordarme. A esta peripecia de locos, ellos la llaman Cabin Trip, pués allá vamos!


Para llegar a la Cabin de Øvensenget, debíamos aparcar el coche a las afueras de Røros, en la entrada de un parking que delimitaba la civilización de la nada absoluta. Sólo montañas, avetos y nieve.

Allí lo organizamos todo: material, comida, utensilios varios, esquís, raquetas, tablas, frontales y whisky, que es Fin de Año!
Y a caminar, a las 14.30 del mediodía, en plena noche.



Al principio todo parecía divertido. Hundirse hasta la rodilla de la nieve que había era divertido, caminar a las 15h de la tarde de noche absoluta era divertido, estar a -30ºC caminando hacia a algún lugar en NocheVieja era divertido.
Al cabo de un par de horas caminando aquello era la más hermosa de las torturas que jamás había experimentado. Y lo de hermosa no es irónico. Fue una de las experiencias más bonitas de mi vida, y estoy seguro que la de todos los que estábamos allí: Arnau, Peri, Marçal y yo.

Al fin llegamos. Yo estuve hipotérmico durante un buen rato. Había que hacer fuego rápidamente. Ellos tienen la costumbre de dejar la leña fuera de la cabaña, con lo que estaba empapada por la nieve que había caído, y eso dificultó un poco el trabajo. Suerte que Marçal llevaba un saco de expedición y poco a poco fuí recuperando fuerzas.


Y allí poca cosa: Hacer el fuego, el té de la victoria, la sopa de sobre y el whisky. Entonces Marçal y Arnau se disputaron el correr alrededor de la cabaña, desnudos. Consistía en tocar la mejor canción con la guitarra; Peri y yo hacíamos de jurado, así que Arnau, a correr!!



Aquella NocheVieja la celebramos allí, con whisky, sin uvas, observando los fuegos artificiales desde la gran lejanía de la civilización e intentando comunicarnos con los nuestros para desearles una buena entrada de 2010. Una experiencia mística, de reencuentro con uno mismo, de simplificación y descontaminación mental. Inolvidable.

Al día siguiente, ya en 2010, decidimos dar un paseo por los aledaños de la cabaña, sin destrozarnos mucho, que había que volver aquel mismo día de vuelta a la civilización. Hicimos un rato el sinvergüenza, y de nuevo a la cabala a recojerlo todo y prepararse para la vuelta a casa. La vuelta fue más que un placer. Fue un regalo al sufrimiento de la ida, una estupenda entrada de año, sin duda.



Después de nuestras peripecias volvimos a Trondheim, a descansar un día, otra vez una de Circus, el lugar donde si eres no-noruego, chico y hablas inglés eres venerado por todas las chicas de la región. Otro regalo más del Norte.

Al día siguiente decidimos ir a hacer una visita a los vecinos de Suecia. Nos dirijimos cerca de la frontera, a Åre, una estación de esquí de lo más espectacular que he visto nunca. Al principio nos quedamos embobados con la cantidad y sobre todo calidad de nieve que había. Acostumbrados a lo que hay aquí normalmente aquello era otra vez un paraíso.
De repente escuchamos a un local de la zona que comentaba que la nieve estaba muy mal, y que hoy no valía la pena esquiar...! Ahora ya estamos aquí, y hemos venido de muy lejos, así que a esquiar.



Después del día de esquí sigo pensando que aquel tio quería quedarse él sólo en la estación...

La nieve era de lo más espectacular que he visto nunca, muchas de las pistas no estaban pisadas y la nieve, si sabías buscarla te llegaba tranquilamente a las rodillas. El frío era extremo, eso sí, de modo que si parabas a hacer una foto podías ir pensando en la amputación.

Subimos a lo más alto de la estación... las vistas desde allí eran impagables. Ver la estampa de un río helado, o un lago desde las alturas, con un telesilla totalmente cubierto por la nieve. y poder disfrutar la bajada hasta el pueblo. Aquello no tiene precio. Lástima que sólo pudimos estar un día.



Volvimos a Trondheim, donde después de un paseo turístico-cultural por la ciudad, volvimos a Barcelona.

Recordaré este viaje como uno de los más intensos de mi vida. Una experiencia única que todo el mundo debería poder vivir. Unos recuerdos imborrables, una compañía excepcional, incluso en el Circus. Y la sensación de haberme reencontrado conmigo mismo.
Gracias Peri, Arnau, Marçal y a todas las personas que hicieron posible que este viaje fuera para siempre imborrable de nuestras memorias!


Después de todo este rollo, espero que os haya gustado la crónica de un gran viaje, o almenos las fotos!

Salut!

2 comments:

  1. Roger!!!
    Enorme, aixó s'ha de repetir!!

    Marçal.

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  2. grandíssim viatge!!
    va sortir tot perfecte, quina nostàlgia tu veient les fotos!
    norge rules!

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